El SEO requiere tiempo y paciencia, pero puede ser frustrante cuando tus páginas se niegan a posicionarse en la primera página de Google. Hay una cantidad muy limitada de tráfico disponible a medida que avanzas hacia las páginas siguientes, por lo que es vital que llegues a los primeros lugares del buscador. En muchos casos, tu contenido es de calidad y se ha promocionado bien. Desafortunadamente, algunos errores hacen que no aparezcas en una clasificación superior. Sin embargo, al realizar una auditoría de SEO, puedes ver rápidamente que está yendo mal y cómo solucionar los problemas de inmediato.
Revisa Google Search Console
Si no has creado una cuenta de Google Search Console, esto debería convertirse en una prioridad. La herramienta ofrece una serie de beneficios clave que te permiten identificar problemas rápidamente. Puedes enviar un mapa del sitio, comprobar que las páginas están indexadas y recibir una alerta si Google encuentra algún problema. Además, puedes ver qué consultas traen tráfico a tu sitio, para que puedas concentrarte en las páginas que te brindarán los mejores resultados.
Ejecuta una prueba de optimización para dispositivos móviles
El móvil se ha convertido gradualmente en una prioridad para los buscadores, por lo que es fundamental que tu web esté optimizado para estos dispositivos. Google tiene una herramienta de prueba de optimización para dispositivos móviles que te permitirá saber si tu sitio no está optimizado, lo que te permitirá ofrecer un sitio móvil independiente o utilizar un diseño responsive. La optimización móvil ya no es simplemente ofrecer una versión móvil de tu web, sino que requiere que sea una prioridad para los usuarios.
Utiliza una herramienta de prueba de velocidad
Los tiempos de carga lentos pueden afectar negativamente tu ranking, ya que cuentan como una mala experiencia de usuario. Ingresa tu URL en las herramientas PageSpeed Insights y GTmetrix, verificando que tu sitio obtenga una buena calificación. En muchos casos, recibirás algunas sugerencias sobre formas de aumentar los tiempos de velocidad de carga. Los problemas de CSS y de imágenes grandes son dos de las quejas más comunes que ralentizan una página.
Analiza la optimización en la página
Los factores de optimización en la página incluyen la etiqueta de título, meta descripción, texto del cuerpo, uso de palabras clave y etiquetas alt de imagen. Asegúrate de que la etiqueta del título no exceda los 70 caracteres y la descripción permanezca por debajo de los 320 caracteres, incluida la palabra clave principal en el texto. Estas etiquetas también deberían ser eficaces para animar a los usuarios a hacer clic en los enlaces. Usa tus palabras clave en todo el texto y dentro de las etiquetas alt, pero asegúrate de que lo que esté escrito sea natural y legible.
Estructura de enlaces
Los enlaces internos se pueden utilizar para ayudar a los visitantes a navegar por tu web, al mismo tiempo que transfieren autoridad entre páginas. Puedes agregar un enlace interno desde una página con muchas visitas a una página para la que desea clasificar en el buscador, agregando algo de autoridad adicional. Además, enlaza a sitios de autoridad, mostrando a Google que tu web es un sitio legítimo y ayudando de esa manera a proporcionar relevancia.
Revisa los perfiles de los backlinks
Casi todos los perfiles de los backlinks contendrán algunos sitios que parecen spam o irrelevantes. Sin embargo, es posible que encuentres un gran volumen de estas páginas que podrían dañar tus resultados. Google te permite desautorizar estas páginas si es necesario, por lo que ya no se contarán. Un perfil eficaz contendrá una combinación de enlaces de texto de anclaje de palabras clave, muchos enlaces de relevancia temática y páginas con alta autoridad de dominio y de página. Puedes usar una herramienta como Ahrefs, SEMrush o Moz para verificar estos datos.
Arregla los enlaces rotos
Cuanto más tiempo haya estado operativa tu web, más posibilidades tendrás de encontrar enlaces rotos. Es posible que hayas eliminado una página de tu propio sitio, pero aún estés enlazando a ella desde otras páginas. Alternativamente, puedes estar vinculando a un sitio externo que haya sido eliminado. Revisa tu web a través de una herramienta como BrokenLinkCheck para obtener una relación de los trabajos de mantenimiento que sean necesarios para que mejore la experiencia del usuario.
Analiza las páginas de clasificación y actualiza el contenido
Las páginas de clasificación requerirán proporcionar algo que Google considere mejor de lo que figura actualmente. Mira los listados principales para tus palabras clave objetivo, estudiando el estilo del contenido y las similitudes comunes. Piensa en lo que un buscador busca idealmente cuando escribes una palabra clave en Google, utilizando texto legible, subtítulos, imágenes, videos y cualquier otra cosa que permita actualizar el contenido.
Comprueba la seguridad
Realizar un control de seguridad garantizará que no tengas ningún problema que pueda preocupar a Google o a tus visitantes. Google quiere que los sitios utilicen la extensión HTTPS, requiriendo para ello la instalación de un certificado SSL. También puedes revisar tu web a través de una herramienta como Sucuri SiteCheck, escaneando en busca de malware y asegurándote de que Norton, McAfee, Google Safe Browsing y otros no te hayan incluido en la lista negra.
Una auditoría de SEO te dará una idea inmediata de cualquier problema en tus páginas. Tratar de clasificarse en los buscadores por términos de búsqueda valiosos te pondrá en competencia con algunos sitios autorizados. Necesitarás que todas las opciones que hemos comentado más arriba estén revisadas y funcionando correctamente, con el objetivo de que puedas obtener una posición en los primeros puestos del buscador y mantenerla. El ranking de una página para una serie de palabras clave principales podría generar tráfico durante mucho tiempo, por lo que el poco tiempo que se tarda en realizar una auditoría de SEO valdrá la pena el esfuerzo.